• Reconocer y servir a Dios a través del otro.
  • Aceptar de forma incondicional.
  • Trascender el miedo.
  • Ser fiel a nuestra verdad.
  • Compartir.
  • Colaborar con la vida.
  • La presencia con todo tu ser.
  • La expansión de la consciencia.
  • Un vehículo de crecimiento.
  • Un compromiso consciente.
  • Devoción  y transmutación de la energía sexual.
  • Entrega, confianza y rendición.
  • Compañía.
  • Soledad elegida.
  • Conexión espiritual, emocional y física.
  • Flexibilidad, tolerancia y paciencia.
  • Comunicar de forma abierta y clara.
  • Elevarnos con la palabra.
  • Comprender por medio de la escucha activa.
  • Dedicar atención a las virtudes del otro, y comunicarlas para ponerlas en valor.
  • Admiración e inspiración.