Acupuntura Social

Pequeños cambios, grandes transformaciones.

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Atracción

Hoy voy a hablarte de la atracción. Me ha parecido un tema interesante desgranar esa fuerza que hace permanecer a las personas unidas. Es un asunto harto complicado, ya que es una energía compuesta por varias fuerzas.

La primera, y las más obvia, es la admiración física. Para mí ha sido una auténtica obsesión. Le he dado mucho más poder del que me gusta reconocer.  Creo que en cierta medida he tenido la tendencia a divinizar la belleza. Un único pilar no mantiene un edificio, y el poder que otorga la belleza es la crónica de una muerte anunciada.  Puede ser una auténtica arma de doble filo atraer atención por la imagen. Debe ser fácil hacerse adicto a esa forma de aceptación  y poder. También quizá una estupenda máscara donde esconderse y mantener una distancia de seguridad. Sin duda  es una forma de manipulación muy efectiva. La belleza se puede usar de una forma muy disfuncional, y en general en nuestra sociedad quizá se haya desvirtuado el lugar que ocupa.

Parte de mi entrega a la belleza física en mis últimos años tenía que ver con mi necesidad de autoafirmar mi propio valor. Aún esta presente esta limitación, pero tener consciencia de ello me da mucha más libertad. Ahora por fin empiezo a experimentar  aquello de que la belleza esta en los ojos del que mira, y que la divinidad se esconde también en cada imperfección.

La segunda fuerza es la admiración emocional. Una persona que se hace responsable de sus emociones y logra no huir de ellas, es una persona fuerte, admirable y sin duda seduce por lo inédito que resulta en los tiempos que corren.  Estas maravillas únicas suelen ser además independientes y humildes. Han entendido que no son el instrumento de nadie. En el fondo el hombre busca una compañera, un vehículo de crecimiento. No quiero una hija y no quiero una madre. Quiero un espejo donde mirarme con el valor y la sensibilidad para decirme lo que necesito oir, y con la humildad para escuchar a los ojos. Alguien que comunique sus necesidades de forma directa. Alguien vulnerable en paz con sus sombras. Una mujer que lidera su vida conquista.

La tercera fuerza es la admiración espiritual. Esta tiene que ver con la relación que tenemos con algo más grande que nosotros, con los valores y las creencias propias de la esencia de la vida. Para mi es imprescindible esa relación. Es la que en cierto modo da un sentido y un propósito tanto a nuestra relación, como a la vida en general.

La última fuerza es la admiración intelectual. El humor, la curiosidad y  la creatividad son condimentos que potencian el sabor de la vida.

En mi experiencia también he podido observar que hay personas que logran ver lo que nadie ve, y que despiertan y potencian esas cualidades de una forma muy natural.

Creo que a menudo he creído que alguno de estos aspectos era más importante que el resto. Quizá no sea necesario tenerlo todo, y tal vez el perfeccionismo juego en mi contra ahí.  Tal vez en una nueva ocasión estoy intelectualizando algo que no se puede explicar. Lo que tengo claro es que la pareja tiene que amplificar lo que soy, y yo lo que es ella.